Viticultura desde 1998
Viñedo, suelos, clima, cultivo, fauna y vegetación
Somos viticultores a pie de viña, y realizamos los trabajos a mano como la poda en verde para favorecer las corrientes de aire a través de la planta y eliminamos las malas hierbas con cavador. Durante el invierno y primavera mantenemos parte de la cubierta vegetal espontánea, minimizando la erosión y compactación del terreno, y favoreciendo así la biodiversidad. Cuando es necesario, eliminamos las malas hierbas mediante procesos físicos que además permiten oxigenar la tierra, y también hacemos aportaciones regulares de materia orgánica para conservar su fertilidad.
12 hectáreas de viñedo
12 hectáreas de viñedo
En Mas de Torubio cultivamos 12 hectáreas de viñedo y otras tantas de olivo de manera sostenible y ecológica. Las variedades cultivadas son garnacha blanca, garnacha peluda, garnacha tinta, sauvignon blanc, merlot y cabernet sauvignon.
Viticultura
La viticultura orgánica que desempeñamos en nuestros viñedos no contempla el empleo de insecticidas ni herbicidas. Los tratamientos están limitados a un único producto que es el azufre en polvo, y desde un mes antes de la vendimia no realizamos ningún otro tratamiento, ya que necesitamos favorecer el desarrollo de las levaduras en la parte externa del hollejo.
Suelos
La interacción de cada variedad con suelo y clima nos da vinos con marcada personalidad, diferenciándose claramente del resto. Los suelos sobre los que se asientan los viñedos están formados por sedimentos de areniscas, arcillas y calizas, texturas variadas en la que predomina la roca calcárea con una estructura arcillo-limosa que mantiene la humedad.
Temperaturas
La finca Mas de Torubio está dentro del término municipal de Arens de Lledó, dentro de la comarca del Matarraña. Con una altitud cercana a los 600 metros goza de un especial microclima bien diferenciado, ideal para el cultivo de la vid. Un clima con influencia continental y una pluviometría media anual que está sobre los 500mm, siendo más frecuentes las lluvias en primavera y otoño.
Los vientos dominantes son el cierzo (seco) y la “garbinada” (aporta humedad), que nos ayudan a minimizar los tratamientos y así obtener una uva de gran calidad.
En cuanto a las temperaturas existe una gran amplitud de gradación, oscilando las medias anuales entre los 12º y los 16º. Las mínimas en la zona más alta pueden alcanzar los –15º y las máximas en la zona más baja los 40º. Estas condiciones provocan un importante contraste térmico entre los días y las noches y favorecen una mejor maduración de las uvas, garantizando así una óptima maduración fenólica y preservación de la acidez, el frescor y los aromas.
Flora
La vegetación es mediterránea, con abundancia de masas forestales compuestas de pinos, encinas, tomillo, hinojo, romero y superficies cultivadas con olivos centenarios de variedad empeltre, almendros y cereal. Los vientos transportan olores de sotobosque, hinojo, madera y piedra. Esta variedad de vegetación favorece el equilibrio entre plantas y acompaña a la uva desde la floración hasta la maduración y vendimia, ayudando a obtener uvas con aromas primarios más complejos e intensos.
Fauna
Especies como jabalí, ardilla, liebre, buitre, búho o halcón son las predominantes. Estos animales utilizan para sí mismos los bebederos y una balsa de acumulación de agua de la propia finca, siendo usual poder divisarlos al amanecer o anochecer.
